La expresión “Esto es un lavadero” ha sido recurrente en el departamento de Santander. Algunos la atribuyen a la envidia, mientras otros la consideran un secreto a voces que avergüenza a los santandereanos. La realidad es que en la región opera una compleja estructura de lavado de activos, en la que las autoridades parecen ser cómplices silenciosas. Pero, ¿quiénes están detrás?
Desigual tuvo acceso a un informe presentado a la Fiscalía General de la Nación por el exfiscal Francisco Barbosa, en el cual se detallan los bienes, personas naturales y empresas vinculadas con los señores John Horacio Rueda Polania, John Alexander Ariza, Julio César Robles y Martín Alberto Mauricio Suárez, todos investigados por lavado de activos.
Las empresas relacionadas con Martín Alberto Mauricio Suárez incluyen: Transportes Servifrío S.A., Inversiones Suárez Cortés y Compañía S. en C., Ganadería del Fonce Ltda. (Foncegan Ltda.), Gas Central de la Sabana GCS S.A., ENERCOR S.A. ESP*, y RE COVERING S.A.S.
Por su parte, John Rueda posee varios locales en Sandresito Limitada* entre ellos el local N° 38 (interno C-06 3) y el local N° 104 (interno 3-07 3).
La empresa Agropecuaria Agustín Codazzi ha sido compradora de varios bienes de Alexander “El Toto” Ariza.
Entre los involucrados también figura Gregorio Hernández Aponte, alias “Goyo”, hermano del narcotraficante Ñeñe Hernández, perteneciente a la estructura de Marquitos Figueroa.
A pesar de las denuncias y las evidencias, el sistema judicial parece ineficaz en detener a estos sujetos, lo que refuerza la sensación de impunidad en su entorno.