El 10 de octubre de 2023, fuimos testigos de un espectáculo deplorable. La que sería una presentación de una propuesta de campaña se convirtió en, lo que parece, un espontáneo homenaje plagado de elogios y adulaciones dirigidos al patriarca de la familia que puede convertirse en la mayor acreedora de Bucaramanga. El nombre de este pater familias es Alberto Montoya Puyana, quien estuvo acompañado de su hijo Juan Felipe Montoya Muñoz.
(Video del 10 de octubre de 2023, de las redes sociales de Jaime Andrés Beltrán, donde saluda a Alberto Montoya Puyana y a Juan Felipe Montoya Muñoz https://www.instagram.com/p/CyPTj2wNXkp/)
En Bucaramanga, los Puyana y los Galvis son dos familias reconocidas que tienen intereses en múltiples sectores económicos de la ciudad, influencia política y posicionamiento social.
Es fácil encontrar estos apellidos en dos sitios imprescindibles para ser reconocido como una persona influyente en la Ciudad: en la Asamblea General de Corporados de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, la Revista Amigos y Socios del Club Campestre y, por supuesto, las páginas sociales de Vanguardia.
Si bien es cierto que ambas familias tienen múltiples participaciones en compañías, cada una de ellas tiene la que es o fuese la joya de la corona: Urbanizadora David Puyana S.A. (Urbanas) para los Puyana y Galvis Ramírez y Compañía S.A. (Vanguardia Liberal) para los Galvis.
Urbanas, en su momento, llegó a ser la Constructora más grande e importante de la región, construyendo proyectos como FOSUNAB, Universidad Autónoma de Bucaramanga, Centro comercial cañaveral, Centro Comercial Cabecera I, II, III, IV y V Etapa, Planta de Hipinto y Hotel TRIP, y, especialmente, toda la Mesa de Ruitoque con Ruitoque Club y Condominio.
Pero no solo el sector residencial o institucional fue de su interés: la infraestructura de transporte estuvo dentro de su foco de atención
La deuda de la discordia
La sociedad Estaciones Metrolínea Ltda., cuyos socios son Urbanas SA, que se encuentra adelantando un proceso de reorganización empresarial, en un 40%, y en un 60% la sociedad Urbanas Maquinaria e Ingeniería SAS, cuyo accionista único es la Fundación Armando Puyana que tiene en sus órganos de administración a Urbanas. Antes de Urbanas Maquinaria e Ingeniería SAS tuvo una posición dominante una sociedad denominada Vergel y Castellanos SA, cuyo rastro se puede seguir hasta los panamá papers.
El propósito de esta Sociedad era adelantar la explotación económica del Contrato de Concesión M-LP-001-2008, celebrado con Metrolínea SA, cuya ejecución no pudo ser culminada, razón por la cual Estaciones Metrolínea convocó la conformación de un Tribunal de Arbitramento ante la Cámara de Comercio de Bucaramanga, quedando en vilo su fin último, que era el de administrar la concesión de la que se ha hecho mención. A pesar de ello, Urbanas de manera directa e indirecta, hoy por hoy, tiene el control pleno de Estaciones Metrolínea, activo que han protegido como si fuese un activo estratégico.
Partes del texto de la parte resolutiva del Laudo Arbitral proferido en contra de Metrolínea SA y a favor de Estaciones Metrolínea Ltda
¿Por qué es estratégico este activo para los Puyana?
Estaciones Metrolínea es el mayor acreedor de Metrolínea SA, ente gestor del sistema de transporte masivo de Bucaramanga. A través del laudo arbitral de febrero 18 de 2016, trámite adelantado ante la Cámara de Comercio de Bucaramanga, se reconoció a favor de Estaciones Metrolínea la suma de 167 mil millones, cuyos intereses por el no pago de dicha cuantía continúa incrementando día a día.
De acuerdo a las notas que acompañan los estados financieros de Urbanas SA, el único propósito que mantiene a Estaciones Metrolínea Ltda., es la eventual recuperación de los reconocimientos económicos producto del laudo arbitral.
Metrolínea, ente gestor del sistema de transporte masivo, en la actualidad se encuentra en un proceso de reorganización, razón que explica considerar esa deuda como deteriorada, o, en otras palabras, que es una acreencia que tiene muy pocas probabilidades de ser cobrada efectivamente.
Juan Carlos Cárdenas Rey, alcalde de Bucaramanga, cuando habla acerca del futuro de Metrolínea, ha indicado que en el proceso de liquidación los pasivos deberán ser cancelados con los activos de la empresa y no por parte de la administración municipal, como lo reseña el diario El País.
A través de medios de comunicación, en múltiples ocasiones se ha notado la fuerte tensión que existe entre el alcalde Cárdenas y la familia Montoya Puyana, y algunos de sus aliados como la exministra Martha Pinto de Hart, principalmente por los problemas de movilidad y del sistema de transporte masivo que sufre el área metropolitana de Bucaramanga, tal como lo describe el semanario virtual La Parrilla.
El ejercicio del cuarto poder
Vanguardia es el periódico más influyente en el área metropolitana de Bucaramanga y en Santander, de propiedad de la empresa Galvis Ramírez y Compañía S.A. dirigida por Alejando Galvis Blanco, y perteneciente a la familia Galvis, quienes tienen una relación muy cercana con los Montoya Puyana, en los negocios, lo familiar y lo político.
La empresa Promisión SA y la Zona Franca de Santander son ejemplos de empresas donde los intereses de ambas familias se han alineado, al igual que en política son reconocidos representantes del uribismo en la región. En lo familiar, el matrimonio entre Daniela Galvis Villarreal, hija de Virgilio Galvis Ramírez, y Juan Felipe Montoya Muñoz, hijo de Alberto Montoya Puyana, ha concretado aún más la relación entre las familias.
Virgilio Galvis Ramírez es un potentado en la ciudad en el sector salud, pero también ha mostrado gran capacidad para que grupos políticos de la región puedan alinear sus intereses con los propios. Uno de estos clanes regionales es el de los Aguilar, siendo el puente entre ellos y los empresarios, así como teniendo cuotas políticas en el gabinete de Richard Aguilar. También demostró en su momento el apoyo hacia la candidatura a la alcaldía de Bucaramanga de Martha Pinto de Hart, relaciones que fueron por La Silla Vacía.
- Para esta campaña, Virgilio ya expresó públicamente su apoyo al candidato Jaime Andrés Beltrán a través de un video promocionado en redes sociales.
Parte de estas conexiones políticas y familiares se refleja en los integrantes de la junta directiva de Galvis Ramírez y Compañía S.A., donde se muestran dos nombres claves: Juan Felipe Montoya Muñoz y Carlos Andrés de Hart Pinto, este último hijo de la excandidata a la alcaldía de Bucaramanga.
Vanguardia decidió, para las elecciones regionales de 2023, incluir en su equipo de trabajo a Diego García Neira, conocido como Diego Caricatura, para que retratara el acontecer de la contienda política en la región, principalmente en Bucaramanga, cuyo trabajo fue descrito como de fino humor y sátira política. Sin embargo, esta relación culminó el pasado 26 de septiembre de 2023, posterior a la publicación de una caricatura en la que retrataba la llegada del uribismo a la campaña del candidato Jaime Andrés Beltrán.
El artista recibió el aviso de parte del Director del periódico, Javier Flórez, estando claro durante la conversación que la decisión tomada estaba motivada por fuertes presiones políticas, tal como es descrito en diversos medios de comunicación.
Este evento, además de ser cuestionable por ser un abierto caso de censura a la libertad de prensa, termina de confirmar lo que se ha conocido durante toda la campaña a la Alcaldía de Bucaramanga: el candidato que respalda Vanguardia al máximo cargo de la Ciudad es Jaime Andrés Beltrán.
Un candado para asegurar el pago de las deudas
Jaime Andrés Beltrán es un pastor cristiano que ha estado vinculado a la política desde hace más de una década. En el último cuatrienio, fungió como concejal de Bucaramanga por el partido Colombia Justa Libre, llegando a la curul por el estatuto de oposición al ser el segundo en la votación de 2019, donde fue vencido por el actual alcalde Juan Carlos Cárdenas. Desde allí, y según algunos conocedores del tema, ejerció una oposición pasiva en contraste con el trabajo de los concejales de La Liga y algunos del Partido Verde, empezando a resaltar desde finales de 2022 a través de solicitudes de control político respecto de la administración municipal en temas de seguridad, punto que se convirtió en su caballo de batalla para la contienda electoral de 2023.
El hoy Candidato ha adelantado reuniones proselitistas en empresas, cuestión apenas normal si no resaltara una de ellas: Incubadora Santander o más conocida como Huevos Kikes, donde El Pastor presentó su programa de gobierno (https://vm.tiktok.com/ZMjmkWMQ8/).
Esto pasaría desapercibido, sino fuera porque la referida empresa tiene como representante legal a Juan Felipe Montoya Muñoz, quien es hijo de Alberto Montoya Puyana, esposo de Daniel Galvis Villarreal, yerno de Virgilio Galvis Ramírez, integrante de la Junta Directiva de Galvis Ramírez y Compañía (Vanguardia), y a quien el 10 de octubre de 2023 en Neomundo el Ex Concejal le saludó desde la tarima y le dio la oportunidad de fungir como uno de sus oradores de la noche (https://www.instagram.com/p/CyPXvlqNZcz/).
Desde antes de iniciar formalmente la campaña, Jaime Andrés se empezó a mostrar como el concejal/candidato de la seguridad, pretendiendo monopolizar la temática y presentarse como la solución a la problemática a través de la mano dura e impulsar el porte de armas por la ciudadanía.
Está claro que su posición radical respecto de la seguridad contrasta con una posición muy flexible respecto de la solución a otros problemas de la Ciudad, como lo es la movilidad: un día habla de liquidar Metrolínea y en su Programa de Gobierno, por el cual sería medido su eventual mandato, indica que se gestionará un rescate financiero al Ente gestor como parte de la solución.
El Bukele bumangués, como él mismo se denomina, en su programa de gobierno en la propuesta de solución de Transporte público eficiente y sostenible, establece como una de sus metas la siguiente: Transformación de Metrolínea: Rumbo al futuro de la movilidad sostenible en Bucaramanga, nombre bastante llamativo y prospectivo que invitaría a repensar la forma de movilizarnos en Bucaramanga, sino fuera porque inmediatamente genera ruido el tener en una misma frase las palabras futuro, movilidad sostenible y Metrolínea.
A ello se le suma que, en la descripción de su propuesta, Beltrán indica que se debe hacer un diagnóstico para entender la situación jurídica y financiera para formular un plan de amortiguamiento que contribuya a superar la crisis económica y por otro lado solicitar apoyo financiero del Gobierno nacional para reducir los problemas económicos en los que se encuentra, estando completamente claro, y jurídicamente obligatorio para su eventual mandato so pena de proceder una revocatoria directa por incumplimiento de su programa, que su objetivo es diseñar una fórmula para rescatar a Metrolínea y efectuar una compra de buses para completar los que hacen falta para operar.
En más de un foro se ha discutido si Metrolínea SA, como empresa encargada de gestionar el sistema de transporte masivo, debe ser liquidado, llegando a la conclusión de que es el único camino que existe. En múltiples ocasiones, cuando el pastor Beltrán era concejal, estuvo en sesiones del Concejo de Bucaramanga donde se discutió la situación financiera de Metrolínea y siempre se llegó a concluir que era necesario adelantar los trámites pertinentes para la extinción de su personalidad jurídica, girando el debate en torno al procedimiento y a quién era competente para tomar la decisión, que ha sido la discusión que impide ejecutar la decisión.
Teniendo claro el panorama, surge la siguiente inquietud: si ya está claro que el ente gestor (Metrolínea) debe ser liquidado como parte de la construcción de una solución de movilidad para toda la ciudadanía, ¿a quién le conviene mantenerla viva y buscar un rescate financiero de la misma? ¿a quién le conviene más, a la ciudadanía o a los acreedores? Responder a estas preguntas permitirá entender por qué, en la campaña del Pastor Jaime Andrés Beltrán se encuentra el apoyo de los Aguilar, del uribismo, los Montoya Puyana y otros, lo que genera una extraña mezcla entre políticos de mala reputación y “gente divinamente”, sumándole un medio de comunicación como Vanguardia dándole espaldarazos a su campaña y su agenda, un periódico que ha sido en muchos casos contradictor acérrimo de algunos de quienes hoy respaldan la campaña del ex Concejal.
- Uno se pregunta, ¿será que el Pastor tiene la capacidad de unir y traer paz entre enemigos y contradictores políticos de la Región gracias a sus grandes habilidades, o usó dichas capacidades para alinear grandes intereses políticos, religiosos y económicos que buscan recuperar los réditos económicos del laudo arbitral contra Metrolínea con su agenda política y su manifiesto deseo de llegar a ser Alcalde de Bucaramanga?