En horas de la tarde de ayer, se realizó una revisión domiciliaria a un individuo bajo vigilancia electrónica, confirmando su presencia en el lugar.
Foto tomada a las 5:00 p.m
Sin embargo, poco después de la visita, el brazalete electrónico emitió una alerta de transgresión en el centro de monitoreo CERVI. Inmediatamente, se envió una nueva patrulla para verificar, pero el individuo ya no estaba en el domicilio. El juez del caso fue informado, y se activaron los protocolos pertinentes con la Policía Nacional.
La rápida transgresión, a pesar del monitoreo electrónico, cuestiona seriamente la eficacia de dispositivos como los brazaletes electrónicos. Esto plantea interrogantes sobre la preparación de las autoridades para manejar estas situaciones y si se requiere una mayor supervisión. Sin embargo, surge una pregunta más crítica: ¿cómo se permitió la liberación de un jefe de sicarios del oriente colombiano, sabiendo que ya se había fugado en 2015? Esto pone en tela de juicio el sistema judicial y las decisiones previas que llevaron a su libertad.